El miércoles los agentes térmicos sostuvieron una reunión con la ministra encargada de Minas y Energía, María Lorena Gutiérrez, en la que se propuso mantener las medidas tomadas en la resolución CREG 178 de 2015, en la que se les asignó a las centrales térmicas que generan con líquidos (ACPM) una remuneración transitoria de 470 $/kWh y se definió un piso de 302.43 $/kWh al precio de escasez.
Los sobrecostos que se generan por efectos de la aplicación de la medida, son transferidos a la demanda a través de la componente de Restricciones, es decir que toda la demanda ayudara a mitigar el impacto financiero que venían soportando las plantas que respaldaron sus Obligaciones de Energía Firme con combustibles líquidos, como consecuencia del diferencial existente entre sus costos reales de operación y el Precio de Escasez y que los estaba llevando a una situación difícil de caja según habían manifestado, e incluso a incumplir sus compromisos a pesar de estar comprometidas a entregar su energía en respuesta al «seguro» (Cargo por Confiabilidad) que la demanda ha pagado por años.
Los grandes consumidores se han opuesto a la medida, ya que esto puede significar abrir la puerta al incremento del Precio de Escasez de forma permanente lo que dejaría sin protección no solo a usuarios no regulados con exposición a bolsa sino buena parte de usuarios regulados (residenciales), lo que directamente llevaría al incremento en las tarifas de energía.