El Centro de Predicciones Climáticas (NCEP) ha emitido una alerta de vigilancia de La Niña, indicando una probabilidad del 71% de que este fenómeno climático se desarrolle entre los meses de septiembre y noviembre de 2024. Se espera que La Niña, aunque débil, persista hasta el primer trimestre de 2025, según los datos proporcionados por el modelo Conjunto Multi-Modelos Norteamericano (NMME).

Durante agosto de 2024, las condiciones de ENSO-neutral se mantuvieron en el Océano Pacífico ecuatorial, con temperaturas de la superficie del océano (SST) cerca del promedio. Los índices de El Niño no mostraron grandes variaciones, con valores que oscilaron entre +0.2°C y -0.4°C. Las temperaturas subsuperficiales por debajo del promedio continuaron dominando gran parte del Pacífico, y las anomalías en los vientos en niveles bajos favorecieron la aparición de La Niña.
Si bien La Niña proyectada se anticipa débil, aún podría influir en los patrones climáticos durante el invierno. Aunque se espera que su impacto sea menor en comparación con episodios anteriores, las anomalías climáticas típicas de La Niña, como el aumento de lluvias en ciertas regiones y la intensificación de temporadas de huracanes, no pueden descartarse por completo.
Los expertos seguirán monitoreando de cerca la evolución de estas condiciones. Mientras tanto, se recomienda a los sectores sensibles al clima mantenerse atentos a las actualizaciones de los pronósticos y prepararse para posibles alteraciones en el clima a nivel global.

Fuente: @NOAAResearch / NOAA Climate.gov /
Redactado con IA.