Durante principios de julio de 2016 la anomalía de la temperatura superficial del océano Pacífico tropical estuvo ligeramente por debajo de cero, lo que indica condiciones de ENSO-neutral. Las principales variables atmosféricas también indican condiciones ENSO neutrales. Esto incluye vientos cerca de los niveles promedio, así como patrones de nubosidad y lluvias cerca de lo normal en el Pacífico ecuatorial central y oriental. La mayoría de los modelos de predicción de ENSO indican condiciones neutrales durante julio, con probabilidades de desarrollo de La Niña (muy probablemente débil) a finales de agosto o septiembre, con duración hasta el fin del otoño o inicios del invierno en el hemisferio Norte.
Probabilidades
La siguiente gráfica muestra las probabilidades para cada evento, de acuerdo a la publicación del 13 de julio del CPC/IRI.
Porque disminuyeron las probabilidades de La Niña. Que dicen los expertos.
Las probabilidades indicadas del 55% a 60% de La Niña representan un descenso apreciable de probabilidad respecto al mes pasado, donde se tenían probabilidades pico de alrededor del 75%. Anthony Barnston del IRI (International Research Institute for Climate and Society de la Universidad de Columbia), dió en el Blog de la NOAA, algunas explicaciones frente a esta disminución de las probabilidades de ocurrencia del Fenómeno de La Niña.
Barnston señala que «Efectivamente, los pronosticadores actualmente creen que hay una probabilidad del 50% aproximadamente de que las temperaturas de la superficie del mar en la región Niño3.4 bajen a por lo menos -0.5 °C por debajo de la media (requisito para declarar La Niña) durante la temporada de agosto a octubre, y una probabilidad del 55% a 60% de probabilidad de ocurrencia de la Niña durante el otoño. Aunque el 55% o el 60% están lejos de convertirse en algo seguro, significa que en algún grado La Niña, aunque débil, es más probable que una condición de No Niña, es decir Neutral.
Por el momento, hay un buen suministro de agua más fría de lo normal por debajo de la superficie en el Pacífico tropical central y oriental. Esta agua fría ha estado haciendo contacto con la superficie a lo largo de partes de esta vasta extensión de océano a lo largo del ecuador, y como resultado el índice de El Niño-3.4 cayó débilmente en territorio negativo a finales de junio.»
En la imagen anterior, Barnston compara diferentes eventos fuertes de El Niño y principalmente los eventos del 1982-83 y 1997-98 por su similitud con el evento que pasó. En su análisis destaca que los valores registrados a junio son más fríos que los observados tras el evento de 1982-1983 pero menos que los del 1997-1998. Vale la pena indicar que tras el evento de 1997-98 se consolido un fenómeno de La Niña mientras que tras El Niño de 1982-83 hubo un enfriamiento de las aguas del océano pero no se llegó a declarar La Niña debido a que las condiciones no duraron lo suficiente para ello. Sin embargo la fluctuación de las condiciones mensuales pueden no significar mucho pues estos eventos suelen actuar más en una escala de tiempo estacional que una mensual.
Pero por qué bajaron las probabilidades? De acuerdo a la explicación de Barnston, puesta en términos sencillos, las condiciones atmosféricas no se han dado de una manera habitual para un fenómeno de La Niña, los vientos y su intensidad no se han comportado de forma tal que indiquen un fortalecimiento de las condiciones de dicho fenómeno, de hecho la intensidad de los vientos ha estado dentro los valores promedio.
Se necesita que varias condiciones se den simultáneamente y por un tiempo determinado y hasta ahora estas condiciones no dan señales de empezar a generarse, lo que llevo a los expertos a reducir sus pronósticos, por lo que todos los cambios que se produzcan en las semanas venideras determinarán no solo la intensidad sino la configuración de La Niña.
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