Nicolás Maduro, decretó los viernes de abril y mayo como días no laborables en todo el país, dentro de un «plan especial» de ahorro eléctrico para afrontar la severa sequía ocasionada por el fenómeno El Niño que también azota al vecino país.
El gobierno venezolano había declarado toda la Semana Santa como no laborable para disminuir el consumo de agua y electricidad.
Maduro reconoció que el país afronta «una situación extrema» por el descenso en los niveles de las 18 represas del país, Guri, principal embalse ubicado en el estado Bolívar y que abastece el 70% del sistema eléctrico, se encuentra apenas tres centímetros por encima del «punto extremo» de 240 metros sobre el nivel del mar, precisó.
Por ello el Gobierno decidió extender a nueve horas diarias el racionamiento eléctrico para los centros comerciales y hoteles, que deben generar su propia energía, una medida que arrancó en febrero pasado.
El mandatario también exigió que las industrias estatales de mayor consumo reduzcan el uso de energía en un 20%, al igual que la administración pública.
Aunque el mayor consumidor de energía es el sector residencial, Maduro evitó declarar un «racionamiento doloroso para el país», así como un ajuste de las tarifas.
Fuentes: El Tiempo y El Espectador.