Ecopetrol está realizando perforaciones en un yacimiento de gas natural en Casanare que tiene el potencial de ser un punto de inflexión para el suministro energético de Colombia. Este proyecto, que lleva un año en desarrollo y se estima que tendrá una inversión cercana a los 85 millones de dólares, busca asegurar un recurso vital para la demanda nacional.
La iniciativa surge en un momento crucial, dado el declive en la producción de campos importantes como Cusiana y Cupiagua, que si bien en su pico a finales de los 90 producían más de 400.000 barriles equivalentes al día, hoy apenas superan los 80.000. Ante esta situación, Ecopetrol ha puesto su mirada en el piedemonte llanero, una región de alto potencial donde se ubican los campos de Pauto y Floreña.
Francy Ramírez, gerente general de producción de gas de Ecopetrol, enfatizó que la estrategia actual de la compañía se centra en optimizar la producción existente y, de manera crucial, en las nuevas exploraciones. En este contexto, el pozo Floreña N18, situado en el municipio de Yopal, Casanare, es una de las apuestas más significativas.

Con un año de perforación en curso, este pozo presenta una probabilidad de éxito geológico del 37%.
Camilo Higuera, gerente de exploración continental de Ecopetrol, comentó que este porcentaje de éxito es favorable debido a la proximidad de la exploración a campos ya operativos, lo que permite aprovechar la infraestructura existente. La perforación de Floreña N18, que inició el 16 de junio de 2024 y se proyecta finalizar en octubre, se extenderá por 16 meses debido a la dureza de la roca en el piedemonte llanero, lo que limita el avance a 50 centímetros por hora.
Este proyecto se distingue por el uso de un taladro de 3.000 caballos de fuerza, el más potente actualmente en operación en Colombia, lo que subraya la complejidad de la tarea. La dificultad se incrementa por las condiciones del terreno y la profundidad de los yacimientos, que alcanzan los 6.000 metros, exigiendo la perforación a través de roca extremadamente densa.
Floreña N18 se perfila como un proyecto de gran envergadura para Ecopetrol, con un potencial estimado de 250 millones de barriles equivalentes de recursos prospectivos, incluyendo gas natural y petróleo. Se espera que Ecopetrol anuncie los resultados de éxito del pozo en el primer trimestre del próximo año. Un hallazgo positivo aliviaría la presión sobre Colombia, que desde diciembre de 2024 ha tenido que importar gas natural para satisfacer la demanda interna.
El piedemonte llanero es una zona estratégica, ya que produce el 51% del gas natural que consume Colombia. Ecopetrol tiene 11 proyectos en distintas fases de maduración en esta región, lo que refleja su potencial exploratorio. La tasa de éxito exploratorio de la empresa en el piedemonte llanero ha sido del 40% en los últimos años, con uno de cada cinco pozos pasando a la etapa de explotación comercial.
A pesar del potencial de la región, Higuera señaló que es poco probable que se descubra un yacimiento de gas natural tan grande como Cusiana en el país. Por ello, Ecopetrol también está enfocando sus esperanzas en proyectos offshore, como el descubrimiento de Sirius, considerado el hallazgo de gas natural más significativo en aguas profundas de Colombia, con el potencial de restaurar la autosuficiencia de gas en el país.
Adicionalmente, Ecopetrol trabaja con la Agencia Nacional de Hidrocarburos para reactivar ocho contratos en el piedemonte llanero que han estado suspendidos por una década debido a cuestiones ambientales y de orden público. Estos contratos, que incluyen Llanos-39, Llanos-38, Llanos-52, Llanos-121, Odisea, Catleya, Sirirí y Mundo Nuevo, tienen un potencial de recursos prospectivos de entre 100 y 300 millones de barriles equivalentes, con una expectativa de 500 millones de barriles equivalentes de petróleo en caso de éxito. Ecopetrol está llevando a cabo las gestiones necesarias para resolver los desafíos ambientales y de seguridad que impiden su reactivación.